El proceso del cambio

Mercedes
Acevedo
18/9/2018

Me acuerdo cuando escuché el término “Community Management” por primera vez. Fue en una clase en facultad, a principios de 2010 y ni yo ni ninguno de mis compañeros teníamos idea de qué era o a qué apuntaba. Hoy, casi diez años después, no existe emprender una estrategia de marketing digital sin una gestión de redes sociales, que no solo se reduce al trabajo del Community Manager, sino a todos los que trabajan en marketing digital, desde que se piensa una idea hasta que se ejecuta.

En este tipo de estrategias la palabra clave hace tiempo dejó de ser “digital”. Ahora tenemos que empezar a pensar en que todo, sea cual sea nuestra área de trabajo e industria, se reduce a la gestión. El pilar para que todo funcione eficientemente es la capacidad de gestionar a un equipo de trabajo. Social media es una parte integral del negocio de una empresa, por lo tanto, es también una estrategia de marketing, y como tal debe ser pensada como un proyecto.

Es así que, en la industria del marketing digital, la gestión toma un papel relevante. El cambio de lo analógico a lo online ha sido tan vertiginoso que nos hemos adaptado en la marcha y a demanda de los clientes. Es momento de organizarnos para que el negocio sea rentable.

En ese proceso de cambio algunos roles comenzaron a resaltar, como el del Project Manager. Por lo general este rol está asumido por directores o jefes, que a pesar de tener total conocimiento de la empresa que lideran, destinan poco tiempo a la gestión diaria de los proyectos puntuales. Es por esto que el project management supone un trato más directo y horizontal con el equipo de trabajo y puede tomar decisiones sobre recursos, plazos y tareas diarias.

El PM (Project Manager) es el encargado de definir y planificar los proyectos, establecer los objetivos, realizar un cronograma y supervisar las tareas. Si algo no funciona, debe ser capaz de implementar cambios en los procesos ya establecidos y al finalizar el proyecto guiar al equipo para que puedan identificar, en una dinámica llamada lessons learned, qué cosas se hicieron bien y qué aspectos se deben enriquecer en el futuro.

El manager es un implementador, alguien que coordina las acciones de los miembros de un equipo para alcanzar metas y objetivos. Debe ayudar al equipo a lograr y finalizarlos de la manera más eficiente optimizando los tiempos. Para eso debe brindar herramientas para que realicen su trabajo de forma independiente. Esto forma parte de un proceso de implementación en el que:

  1. Se establece una meta de tipo organizacional.
  2. Se trabaja en equipo y en conjunto con directores, empleados y pares.
  3. Y se monitorea el proceso de trabajo.

¿Y cómo funciona un PM en una agencia digital? El rol es conocido en las áreas de IT, empresas de creación de software, que necesitan establecer sprints para cada proyecto. Este modelo de sprints pueden ser también trasladados a la industria digital.

El trabajo “digital” supone muchísimas tareas diarias: desde la planificación del contenido, la implementación de las ideas, la ejecución de los materiales en sus múltiples formatos, la aprobación del cliente, la optimización de las campañas, la compra de dominios y hostings y su renovación, el tráfico de materiales a diversos medios, el monitoreo de redes sociales y la interacción con los usuarios...¿sigo? ¡Hay muchas cosas! ¡Y parece que son todas urgentes! No hay nada que vaya más en detrimento de la estrategia que apuntar a lo urgente. De esa forma nos volvemos puramente tácticos. En este espiral de actividades es fácil perder el control o que se pase por alto acciones e incluso no identificar cuáles son las prioridades. Todo necesita un plan de implementación: si no sabemos a dónde vamos, vamos a llegar a cualquier lado.

El PM ayuda a coordinar acciones en busca del rendimiento. Pero no es solo competencia del PM lograr el orden de las tareas; si no existe una cultura organizacional es muy difícil que el orden se cumpla.

Uno de los esquemas más conocidos en el management es el denominado “Heads, Hearts, Hands”. Esta es la forma en que se engancha a los miembros de un equipo para trabajar juntos y en pos de un objetivo. Head implica brindar toda la información existente al equipo, para que trabaje con la mayor cantidad de herramientas disponibles; Hearts supone comprometer al equipo a través de su sentido del valor y esfuerzo, dando a entender que todos tienen algo para aportar, y Hands simboliza lo que pueden hacer con sus manos para cumplir con el proyecto.

En social media hasta las acciones más pequeñas deberían ser tomadas como proyectos: desde la creación de una publicación de Instagram hasta una campaña de un nuevo producto. Independientemente de su magnitud, todos tienen beneficios. Estos son ventajas y ganancias que surgen a partir de éste, que incluso pueden ser intangibles, como la productividad y eficiencia, reducción o evasión de riesgos, la resiliencia, fortalecimiento de la identidad de marca, entre varios otros. Pero los más tangibles son los relacionados o a la ganancia económica o la obtención de datos de calidad que sirven para la gestión futura.

Además existen los llamados beneficios primarios del management que también aplican a la gestión de social media:

  1. Colaboración
  2. Comunicación
  3. Oportunidades
  4. Incremento de la eficiencia
  5. Y finalmente, rentabilidad

Si pensamos en que todo es un proyecto, obtendremos mejores resultados, porque es más fácil atraer la atención de un equipo a un proyecto, y lo que eso implica, que a una tarea que hay que hacer para salir del paso. Así que la próxima vez que nos encontremos ante uno debemos evaluar, decidir, implementar y así ir generando el cambio.

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