abril 14, 2021
Quizá, la manera más simple de definir qué es Producto sería “un bien o servicio obtenido al final de la cadena productiva, el cual es vendible” (Fuente: concepto.de). Pero esta definición nos queda corta.
Producto también se refiere al área encargada de comprender dónde están las oportunidades no explotadas y las necesidades no cubiertas relacionadas a organizaciones o usuarios finales. No solo se trata de comprender, sino también de acompañar los procesos de co-creación de esos bienes o servicios que buscarán dar solución a los problemas de los usuarios.
Una de las primeras lecciones que aprendemos cuando hacemos producto es entender que construir la solución es solo una parte del puzzle.
Para los productos de base tecnológica, es claro que algo fundamental para el éxito de los mismos es contar con un equipo de tecnología competente y un diseño el cual haya sabido tener en cuenta las necesidades reales de los usuarios, cuya usabilidad invite a utilizar nuestro producto. Pero para que estos logren ver la luz y lleguen a las manos del usuario, son varias las áreas que colaboran entre sí.
Puedo tener un producto tecnológicamente bueno, pero sin una buena estrategia de marketing y ventas este no llegará a las manos de nadie y el trabajo previamente hecho simplemente quedará en un repositorio git (en el mejor de los casos).
Quizás logramos construir una gran solución basada en inteligencia artificial y visión por computadora, pero si no contemplamos su aplicabilidad dentro de los distintos marcos legales de los países, es posible que lo que esté sacando al mercado sea más un problema (para mi organización) que una solución.
Ni hablar que para que un producto sea exitoso, este tiene que ser sustentable desde el punto de vista financiero, debe tener claro cómo voy a costearlo y cuál será el retorno de esa inversión.
Por último y más importante, lo engloba todo. Para que mi producto sea exitoso, debe tener un modelo de negocios que contemple gran parte de lo dicho anteriormente y este producto no solamente deberá aportar valor a mis clientes, debo tener en cuenta que si el producto y modelo de negocio no es beneficioso para mi organización y sus interesados (stakeholders) seguramente esté trabajando en un producto candidato a ser un muerto en vida.
Es un líder de producto que trabaja tanto con la organización, orientándola en trabajar con un mindset basado en aportar valor, como con los miembros de los equipos encargados de construir las soluciones coordinando esfuerzos para obtener el máximo potencial del equipo, sabe cuándo entra cada pieza del rompecabezas en el momento óptimo.
En su libro “Inspired”, Marty Cagan, describe que el trabajo de un product manager es descubrir un producto que sea viable, usable y factible de hacer. Muchos otros autores ubican a este rol en la intersección de estas 3 grandes áreas: Negocio, Tecnología y Experiencia de usuario. Martin Eriksen, referente de la comunidad mundial de producto, suele decir que un buen PdM debe tener buena experiencia en al menos una de estas tres, tener pasión por todas y poder entablar conversaciones significativas con todas las personas que llevan adelante dichas disciplinas.
Negocios: la gestión de productos es, ante todo, una función comercial, centrada en maximizar el valor comercial de un producto. Los gerentes de producto deben estar obsesionados con optimizar el mismo para lograr los objetivos comerciales y llevar al máximo el retorno de la inversión.
Tecnología: no tiene sentido definir qué construir si no sabemos cómo se construirá. Esto no significa que un gerente de producto debe poder sentarse y programar, pero sí comprender a alto nivel la tecnología y, aun más importante, comprender el nivel de esfuerzo involucrado para tomar las decisiones correctas. Esto es incluso más relevante en un mundo ágil donde los PdM pasan más tiempo con el equipo de desarrollo que con cualquier otra persona dentro de la empresa.
Experiencia del usuario: por último, pero no menos importante, el PdM es la voz del usuario dentro de la empresa y debe ser un apasionado de la experiencia del usuario. Nuevamente, esto no significa ser un impulsor de píxeles o un diseñador, pero debe estar probando el producto, hablando con los usuarios y obteniendo esa retroalimentación de primera mano, especialmente en un nuevo emprendimiento.
Una de las cosas más interesantes del rol es que las personas que lo llevan adelante poseen formaciones de base muy diversas.
Generalmente la mayoría de los PdM vienen de las siguiente ramas:
Fundamentalmente este es un rol de negocios y lo más seguro es que tus formaciones previas te ayuden a marcar tu perfil particular en producto.
Visión y Resiliencia: Comunica la visión del producto de forma motivadora y suele ver siempre oportunidades, sin quedarse estancado ni quejándose de los problemas.
Personalmente, lo que más me atrae de este rol es que si bien está involucrado en varias responsabilidades, hay una de la cual no puede escapar: definir la visión del producto.
La visión de un producto es su razón de ser, es lo que da sentido a lo que queremos hacer. Me gusta pensar que una de las cosas más difíciles y apasionantes del rol de PdM es encontrar, entre todos los problemas, cuál es el problema correcto que tenemos que resolver, ya que esto se trata de crear algo que genere un impacto en la vida de las personas.
En Senpai Academy, incorporamos la formación en Product Manager, para que puedas desarrollar este perfil tan demandado y exigido en la actualidad. Conocé más de la propuesta en: Product Manager
Felipe Cordovés
Ver mis posts