La inteligencia artificial (IA) está transformando la forma en que creamos, consumimos y compartimos contenido visual. Desde obras de arte digitales hasta fotos editadas, la IA ha facilitado la creación de imágenes hiperrealistas que, en muchos casos, son difíciles de distinguir de las capturadas por una cámara tradicional.
Ante este desafío, Google ha dado un paso importante: ahora diferencia entre imágenes normales y aquellas generadas o modificadas por IA dentro de sus resultados de búsqueda.
Esta nueva funcionalidad no solo busca mejorar la transparencia en internet, sino también ayudar a los usuarios a identificar el origen de las imágenes, contribuyendo a la lucha contra la desinformación.
Google, en colaboración con grandes empresas como Amazon, Meta, Adobe y Microsoft, ha implementado una etiqueta basada en los Content Credentials. Este estándar de autenticidad y procedencia del contenido es parte de la Coalición para la Procedencia y Autenticidad del Contenido (C2PA), un grupo de empresas que trabaja para combatir la desinformación digital. Esta etiqueta permite rastrear el origen de una imagen y verificar si ha sido creada o editada mediante IA.
Para acceder a esta información, los usuarios pueden hacer clic en la opción "About this image" (Acerca de esta imagen) en Google Search o Google Lens. Allí podrán ver detalles como cuándo y cómo fue creada la imagen, así como las modificaciones realizadas. Además, esta función también estará disponible en Android a través de la opción "Circle to Search".
Aunque este proceso no es completamente automático ni visible a simple vista, es un primer paso importante para ofrecer mayor transparencia en el contenido visual que encontramos en internet.
El uso de IA para crear imágenes ha crecido exponencialmente en los últimos años. Si bien esta tecnología tiene aplicaciones muy útiles, como la creación de arte digital o la mejora de fotografías, también plantea desafíos. Por ejemplo, las imágenes generadas por IA pueden ser utilizadas de manera engañosa, desde deepfakes hasta fotos alteradas para difundir desinformación.
Además, una encuesta realizada por la Universidad de Waterloo reveló que solo el 61% de las personas pueden diferenciar correctamente entre imágenes reales y generadas por IA.
Esto significa que casi la mitad de los usuarios pueden ser engañados fácilmente, lo que subraya la necesidad de herramientas como las etiquetas de Google para mejorar la claridad en el mundo digital.
Aunque la nueva etiqueta de Google es un paso positivo hacia la transparencia digital, algunos críticos señalan que el hecho de que los usuarios tengan que hacer clic en varios pasos para acceder a la información puede no ser suficiente.
De acuerdo con TechRadar, muchos usuarios podrían no estar al tanto de esta función, lo que limita su efectividad en el combate contra la desinformación.
Además, existe la preocupación de que algunas empresas y desarrolladores de herramientas de IA no adopten completamente el estándar C2PA, lo que limitaría la capacidad de Google para etiquetar todas las imágenes generadas por IA.
Sin embargo, esta función es un primer paso importante y es probable que veamos mejoras y expansiones en el futuro.
A medida que la IA se integra cada vez más en nuestras vidas, herramientas como esta serán esenciales para garantizar que los usuarios puedan distinguir entre lo real y lo creado artificialmente.
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